La secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Local del Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó a Zapatero de inventarse un procedimiento inédito para reformar la Carta Magna.

"Vamos a tener un Consejo de Estado que da los criterios de la reforma constitucional y un Gobierno que informará sobre los criterios que le dé el Consejo de Estado", manifestó. "No me extrañaría que los líderes de los partidos nacionalistas, en lugar de pedir cita al presidente del Gobierno, pidan cita al señor Rubio LLorente".

Sáenz de Santamaría aseveró que el proceso elegido por Zapatero demuestra su "incapacidad" y "absoluta falta de ideas", puesto que supone que "el Consejo de Estado tendrá que dar criterio sobre la reforma constitucional en lugar de informar sobre la misma, como sería lo lógico".

La secretaria ejecutiva de Política Autonómica señaló que el PP está dispuesto a respaldar la modificación de la Constitución en dos cuestiones, como son la sucesión al frente de la Corona y la mención al Tratado Europeo.

SIN APOYO DEL PP

Sin embargo, puso en duda el apoyo de su formación a la reforma del Senado, porque el Gobierno "no da ningún criterio" del sentido de la modificación que quiere llevar a cabo. En su opinión, sorprende "el silencio" del Ejecutivo ante un asunto importante como es éste.

Asimismo, advirtió de que la inclusión de los nombres de las comunidades en la Constitución puede suponer abrir el debate sobre el modelo territorial de España y preguntó al Gobierno si, además del nombre, piensa incluir un "apellido" a cada región sobre su historicidad o capacidad de asumir competencias.

La dirigente del PP acusó a Zapatero de "sacarse de la chistera el conejo de las cuatro reformas constitucionales" ahora y en su debate de investidura sin aclarar ni qué se va a reformar ni para qué se reforma.

Sáenz de Santamaría acusó al Gobierno de generar un "debate artificial" sobre la reforma de la Constitución, cuando se trata de una cuestión que "no es prioritaria" para los ciudadanos.

Finalmente, a punto de cumplirse un año de las elecciones generales de 2004, definió a Zapatero como un presidente "carente de ideas, incapaz y que escurre el bulto". "Le pedimos que empiece a gobernar, que los españoles le pagamos para eso", apostilló.