El secretario ejecutivo de Comunicación, Gabriel Elorriaga, declaró en los pasillos del Congreso que la discrepancia individual de un cargo público del PP catalán es "perfectamente legítima pero insignifiante". "Hay que tomarlo como lo que es: una anécdota y poco más", apostilló.

Elorriaga respondió al portavoz del PP en el Ayuntamiento de Lloret de Mar, Joaquim Teixidor, que "el que ha hecho el ridículo es este mismo concejal", dado el apoyo que está obteniendo en toda España la campaña de recogida de firmas a favor de un referéndum nacional sobre el Estatuto de Cataluña.

Asimismo, evitó pronunciarse sobre las posibles medidas disciplinarias que el Partido Popular podría adoptar contra Teixidor, en virtud de los estatutos del partido, por contradecir la posición de la dirección nacional. No obstante, señaló que "en el PP todo el mundo es libre de permanecer o de salir de él cuando lo estime conveniente".

Elorriaga anunció que la campaña de recogida de firmas ha conseguido recabar en apenas dos semanas más de "millón y medio" rúbricas, lo que, a su juicio, respalda la tesis del partido y pone en entredicho las críticas del concejal de Lloret de Mar.

"Si ayer alcanzábamos el millón y medio de firmas sólo ha sido posible porque decenas de miles de militantes del partido, de concejales y cargos electos en toda España están colaborando de forma tenaz y constante para hacerlo posible", dijo.

Asimismo, el secretario ejecutivo de Comunicación confió en que la cifra de firmas siga incrementándose durante los próximos meses, ya que el ritmo de recogida está siendo "muy elevado" y el grado de movilización del partido es "altísimo".

Finalmente, preguntado sobre las reproches que empresarios catalanes hicieron ayer a Mariano Rajoy por su posición sobre el Estatuto catalán, Elorriaga señaló que la propia comparecencia del líder del PP muestra un modo distinto de hacer política frente a José Luis Rodríguez Zapatero.

"Rajoy fue a Cataluña, a un auditorio que no era cómodo, para explicar cuál es nuestro punto de vista y tratar de convencer a quienes no la comparten. Al tiempo, Zapatero eludió ver a las víctimas del terrorismo, acudir a su congreso (en Valencia) y explicar sus estrategias de negociación", concluyó.