Ramón Aguirre, portavoz de Turismo en el Congreso, estimó que la huelga obecede a una motivación "de carácter orgánico-sindical, que nada tiene que ver con los derechos de los trabajadores vinculados al sector hotelero.

El parlamentario aseguró que sindicatos y patronales han negociado y firmado convenios provinciales "y sólo desde las sedes nacionales de las entrales sindicales se reclama cambiar este método de trabajo descentralizado por un convenio que abarque toda la geografía española".

Para Aguirre, ese convenio nacional, que los sindicatos denominan "acuerdo marco", es un intento de disimular la pérdida de influencia que padecen ante sus organizaciones territoriales, al ser éstas quienes negocian y firman los actuales convenios.

El portavoz del PP añadió que la restauración y hospedaje de una provincia de interior nada tiene que ver con los dellitoral, ni las características de las poblaciones son las mismas en función del número de habitantes de cada localidad.

Por ello, entiende que homogeneizar asuntos tan dispares "es más un acto de afirmación sindical" que el reconocimiento de problemáticas distintas o el respeto a hechos diferenciales puestos de manifiesto en los estudios publicados por el sector.

Afirmó que su partido está sorprendido por el motivo de la huelga, "máxime si tenemos presente que no vemos el mismo espíritu de los sndicalistas cuando se trata de reclamar del Gobierno medidas que reduzcan el déficit de escuelas de hostelería o de formación profesional que padece el sector en relación con nuestros competidores directos".

El diputado opinó que la "inhibición" de la Secretaría General de Turismo permitirá que los turistas se sientan durante estos días "rehenes de una cautividad sindical que no reivindica nada para la pluralidad de los empleados y que se adopta en el marco de la presión laboral contra un Gobierno quehace tres años perdió la capacidad de dialogar con los sindicatos".

Aguirre aseguró que la huelga, "convocada con inoportunidad calculada y sin raíz entre los trabajadores", dañará la imagen exterior del país y afectará a los actos del 92, "como en su día afectó el error político de la Secretaría al no trabajar con acierto para conseguir para España el parque Eurodisney".