Zaplana hizo esta valoración al dar cuenta de los acuerdos de la Junta de Portavoces del Congreso para ordenar el pleno de esta semana, el último antes de las vacaciones estivales. A su juicio, este pleno "escenifica bien" lo que ha sido la legislatura hasta el momento.

Recordó que el Parlamento debatirá estar tarde la reprobación del fiscal general del Estado a instancias del PP por su "actuación sectaria" al "servicio del Gobierno", que, por ejemplo, le impidió instar la ilegalización de Partido Comunista de las Tierras Vascas.

En este punto, Zaplana dijo que "nadie puede tener la certeza" de que el fiscal general actuara al dictado del Gobierno, aunque destacó la existencia de "evidencias tan claras" que hacen necesaria la censura del Parlamento.

Además, rechazó la política de nombramientos de Cándido Conde-Pumpido, que "se salta el orden habitual" dentro de la Fiscalía y que provoca la "repulsa y la reprobación" del PP.

El portavoz popular incidió también sobre la importancia de que el Congreso debata sobre "las detenciones ilegales" de dos militantes populares por su supuesta agresión al Ministro de Defensa, José Bono.

Aseguró que "el Gobierno no se puede ir de rositas" en este asunto porque las detenciones "ilegales" atentan directamente contra las "libertades públicas" y anunció que el PP no va a olvidar este asunto "por el bien de la democracia y del cojunto de la sociedad".

Como resumen final de este tramo de la legislatura socialista, Zaplana dijo que el Gobierno de Zapatero sólo ha generado "crispación, tensión y enfrentamiento", recurriendo incluso a la "intimidación sin precedentes" de quienes se oponen a él manifestando su opinión en las calles.