En concreto, se prohíbe el uso del agua para el riego de praderas y/o jardines públicos y privados, salvo los catalogados como históricos o aquéllos en los que se emplee riego de goteo, agua recuperada o procedente de pozo, así como para el riego o baldeo de viales, calles, aceras y zonas comunes, tanto públicas como privadas, excepto que, a juicio del ayuntamiento, sea imprescindible para preservar la salud pública.

También se prohíbe el llenado y vaciado de piscinas, el uso del agua con fines ornamentales en fuentes o instalaciones que no dispongan de sistema de recuperación o círculo cerrado y el uso del agua para aparatos o instalaciones de refrigeración que no dispongan de sistema de recuperación o circuito cerrado.

En su bando, el Ayuntamiento de Pozuelo recuerda que, de acuerdo con el artículo quinto del decreto del Gobierno regional, la infracción de estas prohibiciones conllevará multas de entre 450 y 46.000 euros, dependiendo del hecho sancionado.

El concejal de Medio Ambiente, José Antonio Sáenz, pide a todos los vecinos que presten "la máxima colaboración a la hora de aplicar las medidas adoptadas y que, además de las restricciones establecidas en el citado decreto, contribuyan a disminuir el consumo de recursos hídricos con cualesquiera otras medidas de ahorro que estén en sus manos".