El margen financiero del Popular, una de las pocas que no se sumó a la guerra de las "supercuentas", mejoró en relación al ejercicio precedente, al pasar de 149.513 millones de pesetas a 161.157 millones.

A ello se unió un sensible incremento en el cobro de servicios y comisiones, que pasaro de 24.617 a 29.024 millones, y un moderado crecimiento de los costes operativos, que se elevaron a 74.345 millones.

El peor aspecto del ejercicio fue el aumento de los créditos morosos, que pasaron de 16.055 a 31.536 millones de pesetas. Las provisiones para cubrir estas insolvencias ascendieron a 25.321 millones de pesetas, el 80,3 por ciento del total.

Manuel Martín, tras señalar que el índice de morosidad del Popular es sensiblemente inferior al del conjunto de la banca, afirmó que el aumentode los créditos morosos es "perfectamente natural" en los periodos de ralentización económica.

Precisó, no obstante, que el Popular intentará reducir a la mitad sus créditos morosos en 1992, y que para ello ha nombrado a un director general, José Luis Sanz Mate, encargado en exclusiva de esa área.

ACUSACIONES A LA ADMINISTRACION

Por otra parte, Manuel Martín acusó a la Administración de canalizar las cuentas de la Seguridad Social y otros organismos públicos hacia la Corporación Bancaria de Espña, discriminando a las entidades privadas.

Martín también criticó al Gobierno por obligar a los bancos a controlar las operaciones la regularidad de las operaciones que se realizarán como consecuencia de la liberalización de capitales que entrará en vigor el próximo 1 de febrero.

"No hay derecho -afirmó- a que nos conviertan en policía administrativa". Añadió que la Administración también quiso convertir a los bancos en policía fiscal para perseguir en el fraude tributario y el blanqueo de diner del narcotráfico.

El responsable del Popular se mostró convencido de que la liberalización financiera no tendrá repercusión a corto plazo en las entidades de crédito españolas, especialmente en lo que se refiere a la apertura de cuentas.

En el caso de los créditos, auguró que tampoco tendrá impacto en los concertados a largo plazo, porque el diferencial de intereses no se verá compensado por el riesgo de cambio de la divisa en que se contraiga el préstamo.

El mayor atractivo será el de los réditos a corto plazo, porque el riesgo de variación en el tipo de cambio es bajo. En conjunto, según Manuel Martín, el impacto de la liberalización afectará a "menos del 5 por ciento del mercado potencial".