Según fuentes de la organización, desde Fundown se asegura que este modelo "considera al niño en su globalidad; en consecuencia, se interesa tanto por el aspecto educativo, como también por el sanitario y el social, además de los contextos en los queéste participa, en especial la familia".

Dicho servicio comprende dos programas, uno de atención temprana, dirigido a los bebés desde sus primeros días de vida o desde que se detecta alguna posible alteración o factor de riesgo; y otro para niños, de uno a seis años, dirigido a resolver dificultades en el desarrollo en el ámbito escolar.

Está dirigido a niños y niñas con retraso psicomotor, alteraciones metabólicas o cromosomáticas (síndrome X frágil, síndrome de Down); riesgo derivado de factore biológicos (prematuridad, bajo peso al nacer, etc.); o de factores socioambientales, así como a aquellos ya escolarizados que presentan dificultades en el desarrollo: retraso en las adquisiciones curriculares, alteraciones en algunos procesos cognitivos (atención, memoria), problemas de comunicación y lenguaje y dificultades de adaptación social.

Desde Fundown se asegura que las condiciones de vida actuales, están creando situaciones de riesgo que eran impensables hace pocos años, y que se están maniestando en los niños en forma de trastornos del comportamiento, de la afectividad o de las relaciones socio-comunicativas.

En este sentido afirman que es fundamental el trabajo en los primeros años de vida si se quieren evitar buena parte de las situaciones crónicas que se observan por carencia de una atención temprana especializada, así como tener mejores posibilidades de aprovechamiento en formación e inserción social en las siguientes etapas de la vida del niño.