El departamento que dirige Jesús Posada añade que, aunque en nuestro país no ha habido importaciones de piensos, dado que el mercado español es excedentario y exportador, se ha creado un grupo de seguimiento desde los ministerios de Agricultura y Sanidad, para llevar un contral exhaustivo de las posibles partidas de aves que hayan entrado en España desde que se tiene conocimiento del caso.

Este seguimiento se realiza mediante losdatos de la llamada red Animo, con la que se controlan los movimientos de animales vivos en la UE, y el establecimiento de contactos entre los servicios veterinarios de las distintas administraciones.

Agricultura ya ha detectado la entrada de 1.000 aves reproductoras para ser expuestas en distintos zoológicos, no destinadas al consumo. Asimismo, el pasado 17 de marzo entró una partida de 1.200 pollitos con destino a una granja de Huesca, para su posterior exportación.

El Gobierno belga informó alEjecutivo español de que la partida que entró a Alicante el pasado 24 de febrero pudo haber tenido algún contacto con piensos contaminados, si bien este hecho no ha sido confirmado por las autoridades españolas.

Agricultura recuerda que la intoxicación por dioxina se produciría sólo a lo largo de un periodo dilatado de tiempo, después de la ingestión intensiva y continuada del producto contaminado, por lo que el riesgo para los consumidores belgas es muy pequeño, y prácticamente inexistente para los epañoles.