En la carta, difundida hoy en un comunicado, la OCU exige a los partidos que impulsen medidas, tanto en el ámbito nacional como comunitario, para crear un único órgano "independiente y transparente" que controle y sancione en materia de alimentación.

Asimismo, pide que la mayor transparencia se traduzca en la publicación regular de los resultados de los controles, "de manera rápida (no en función de intereses políticos coyunturales) y con idenificación nominativa de los infractores".

Para la organización de consumidores, la salud pública debe tener "primacía absoluta" a la menor sospecha de nocividad de los alimentos comercializados. "La duda debe favorecer al consumidor, nunca al fabricante", sentencia.

La OCU reivindica también que se establezca un sistema de "trazabilidad" permanente, para identificar rápida y claramente el origen de los productos y a quienes intervienen en todo su proceso de comercialización; en el caso de la carn, desde la granja hasta que llega al consumidor.

Otras medidas solicitadas son que haya un control estricto de los ingredientes de los piensos; se prohiba el uso indiscriminado de antibióticos y tranquilizantes en las explotaciones ganaderas, y se instaure una completa vigilancia en toda la cadena de la carne, "que no se limite a los mataderos sino que se prolongue durante todo el proceso de comercialización".