El precio se ha estabilizado en 112 pesetas el kilo de pollo vivo desde que se hizo pública la contaminación por dioxinas de productos avícolas procedentes de Bélgica, y se espera que de momento permanezca así, según dijo Salvo a Servimedia.

A pesar del excedente de 8.000 toneladas de pollo que se produjo la semana pasada a causa del descenso del consumo, Salvo sñaló que debe esperarse a las medidas que tiene previsto adoptar el Gobierno para dar salida a estos excedentes, principalmente destinándolos a la exportación.

"Ante estas situaciones de desconcierto, de exceso de oferta y de retraimiento de la demanda, lo normal es que el precio no se modifique, hasta que el mercado recobre su movimiento normal y de adopten las medidas por parte del Ministerio de Agricultura", indicó.

Agregó que la exportación será una buena salida, ya que las granjas españolas stán en regla y consumen piensos de calidad y sus productos podrán suministrar el pollo que ha dejado de exportar Bélgica y otros países a los que ha salpicado el escándalo.