A través de la firma de dos convenios, ambas instituciones fijaron hoy las pautas para la mejora y puesta a punto de métodos y técnicas que garanticen la identificación rápida de estos elementos nocivos, en vegetales procedentes o con destino a terceros países.

Además, los estudios servirán para elaborar el informe previo necesario antes de emitir una declaración de existencia de una plaga de cuarentena.

En concreto, Agricultura destinará 51.400 euros del total de 102.840 del coste del proyecto y otros 42.000 para la investigación en sí. Por su parte, la universidad se hará cargo de 49.749 euros en concepto de instalaciones y personal técnico cualificado y afrontará otros 51.440 para desarrollar el proyecto.