Diferentes informaciones a las que se había tenido acceso en el transcurso de las investigaciones llevadas a cabo en los últimos meses con relación al tráfico de drogas, apuntaban a la posibilidad de que los miembros de esta familia se estuvieran encargando de distribuir hachís entre pequeños camellos y consumidores de la ciudad.

Según se había podido constatar, esta mujer realizaba periódicamente viajes de un día al sur de la península en los que supuestamente podría adquirir la mercncía con la que luego traficaban.

Ante estos indicios, la Policía Vasca estableció un dispositivo de vigilancia sobre ella y el jueves de esta semana vieron que se dirigía a la estación de autobuses sin equipaje y viajaba con dirección a Málaga. A primeras horas de la tarde de ayer, viernes, los agentes que formaban parte del dispositivo comprobaron que la sospechosa regresaba a Vitoria en un autobús procedente de la citada ciudad del sur de la península, portando en esta ocasión una bolsa de deporte.En el lugar la estaba esperando su hijo con un carrito de compra y tras introducir la bolsa que traía en dicho carrito, juntos abandonaron el lugar manteniendo en todo momento una actitud vigilante.

En una calle cercana los ertzainas interceptaron su marcha y tras identificarles comprobaron que en el interior de la bolsa había traído varias tabletas de polen de hachís, cuyo peso total ascendía a cuatro kilos aproximadamente. Se calcula que en el mercado dicha mercancía podría adquirir un valor de alreedor de 27.000 euros.

Tras realizar las necesarias averiguaciones, K.B. de 45 años y su hijo M.E. de 24, de nacionalidad marroquí, fueron detenidos y trasladados a dependencias de la Ertzaintza. En el registro efectuado en su domicilio de la capital alavesa unas horas después con la correspondiente autorización judicial, los agentes se incautaron de otro medio kilo de hachís preparado para la venta, además de alrededor de 6.000 euros.