Según explicó a Servimedia una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las mujeres que se deciden a acudir al SAM lo hacen cuando ya han recibido reiteradas palizas o amenazas y, en su mayoría, la dependencia de su cónyuge (económica o emocional) es tan fuerte que no se atreven a denunciar y ponerlo en manos del juez.

"A diferecia de lo que piensa la gente, la policía siempre se interesa por los casos de malos tratos a las mujeres pero, es muy difícil conseguir que la mujer presente denuncia contra su marido. Muchas nos cuentan su historia, se desahogan y cuando les decimos que denuncien dan marcha atrás", explicó la portavoz policial.

Siempre que existen casos de malos tratos físicos o psicológicos, amenazas o abusos sexuales en el seno de la pareja, la policía recomienda a las mujeres abandonar el domicilio familiar, que e vayan a vivir a casa de algún familiar o conocido y, si no pueden, que acudan a las asociaciones de mujeres para que les asesoren, asistan y procuren una plaza en los centros de acogida de mujeres maltratadas, donde pueden vivir con sus hijos.

Cuando una mujer acude a la comisaría para denunciar lesiones, agresiones o abusos sexuales de sus cónyuges, la policía envía una patrulla para detener al agresor y verificar los hechos. Lo mismo ocurre cuando el caso llega al juez y éste considera necesario dctar medidas cautelares de vigilancia por la gravedad de los hechos.

En cualquier caso, indicaron las mismas fuentes, las mujeres deben saber que, si no media denuncia, la policía no puede actuar por su cuenta.

"Lo que más no llama la atención, a las policías (mujeres en su mayoría) que atendemos estos casos en el SAM es que la mayoría de las víctimas suelen pertenecer a clases acomodadas, tienen estudios, y son jóvenes", precisó la portavoz de la policía.