El comisario Ángel Álvarez, jefe de la Brigada Operativa de Empresas de la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional, destacó el riesgo que supone el terrorismo islamista y el reto que esto va a suponer para los escoltas.

En concreto, el comisario dijo que los profesionales de la protección personal deben tener en cuenta que el terrorismo de Al Qaeda "va a tener una gran influencia en el futuro en la actividad empresarial y en los cuadros directivos de esas empresas", muchos de los cuales tienen ya protección personal.

"El terrorismo internacional, y su hijo el terrorismo yihadista, tiene un motor de gran potencia", aseguró este mando policial, quien destacó las "ambiciones expansionistas" de la violencia ligada al islamismo fanático.

Álvarez hizo estas consideraciones durante una mesa redonda titulada "Coordinación y legislación" referida a los escoltas, en la que también participó el teniente coronel de la Guardia Civil Jesús Saiz, perteneciente a la unidad Seprose de la Benemérita, encargada de la protección de personas.

Sobre la legislación referida a la protección personal, el comisario Álvarez se refirió a cuestiones como la posibilidad de que los escoltas lleven armas fuera de servicio en lugares como el País Vasco. A este respecto, aseguró que, teniendo en cuenta siempre la legislación, desde la Policía entienden que tienen que ser "flexibles" para garantizar la seguridad de los vigilantes.

Por su parte, el teniente coronel Jesús Sáiz destacó cómo la Guardia Civil está incrementando su colaboración con las empresas de seguridad, para lo cual está promoviendo iniciativas como cursos de formación.

Respecto a la cuestión de las armas, apuntó que la Benemérita ha planteado varias opciones para que los escoltas puedan seguir llevando su armamento fuera de servicio en lugares como el País Vasco.