El Juzgado de Instrucción número 4 de esta localidad continúa investigando quién dejó al recién nacido en el interior de un armario de la familia que alertó sobre su presencia. Sin embargo, el hecho de que la Policía Municipal observara que todas las puertas y ventanas del piso que la familia denunciante tenía en la calle Victoria de Sant Boi no presentaban señales de haber sido forzadas, hace pensar que el matrimonio podría estar relaconado con el niño.

Las mismas fuentes indicaron que tanto Mohamed Blacmit, de 35 años, como su esposa Naima, de 32, naturales de Tánger (Marruecos) y con tres hijos de 8, 19 y 13 años no quisieron explicar demasiados detalles sobre la aparición del pequeño en el armario de su vivienda cuando declararon esta mañana ante el juez.

El matrimonio denunció los hechos hacia las 2 de la madrugada del lunes a través de una llamada telefónica a la Guardia Urbana de Sant Boi, y aseguró que aquella tarde sól se habían ausentado 10 minutos de su domicilio. El bebé aún tenía el cordón umbilical y pesaba 2.750 gramos. Posteriormente fue atendido en el servicio de pediatría del hospital comarcal.

Diversas personas se han interesado en adoptarle, pero de momento aún está pendiente la resolución judicial sobre su futuro. Las enfermeras del centro sanitario, que le han puesto provisionalmente el nombre de Manuel porque nació el día 1 de enero, le regalaron un gran oso de peluche.