La policía recomienda cerrar bien todas las puertas (con vuelta de llaves) y ventanas de la vivienda, especialmente aquéllas que dan a patios interiores, que son accesos ocultos a la vista de los ciudadanos, y recuerda que el simple gesto de "tirar de la puerta" no es suficiente, ya que los delincuentes se valen de plásticos duros para resbalarlos por la cerradura y acceder a los domicilios sin complicación.

Si se han perdido llaves o la vivienda ha sido ocupada anteriormente por otro inquilino, aconseja cambiar las cerraduras. También recuerda que es conveniente, cuando se va estar varios días fuera de la vivienda, que algún familiar o amigo retire la correspondencia del buzón para no dar pistas a los delincuentes.

También aconseja dar muestras de que la vivienda está ocupada, no bajando del todo, por ejemplo, las persianas e instalando un reloj programable que ilumine por zonas a distintas horas la vivienda, y no contar ante desconocidos los planes de vacaciones.

Ante cualquier sospecha por ruidos en casa de vecinos que están fuera o la presencia de personas que merodean por los portales, recomienda llamar a la policía o al servicio de emergencias, porque "es preferible una falsa alarma que dejar que se cometa el delito".

Si, pese a haber adoptado todas estas medidas, al volver a casa se observa que los delincuentes han entrado a robar, la jefatura recuerda que no se debe tocar ni mover nada y que debe denunciarse el hecho a la policía para que inspeccione la vivienda y pueda obtener las huellas y restos para identificar a los responsables.