En el último año, camufladas bajo diferentes formas y con apariencia de legalidad, se han instalando en bares, cafeterías y otros establecimientos máquinas recreativas que encubren juegs prohibidos por la normativa vigente. Estos artilugios son los vulgarmente conocidos como "de bolas o huevos".

Las máquinas descritas carecen de todo tipo de cobertura legal, tanto en la fase de distribución e instalación como en la de explotación, que se lleva a efecto sin permiso reglamentario y sin liquidar tasa o impuesto alguna a la Hacienda Pública.

Según fuentes policiales, los beneficios que suele generar cada una alcanzan, por término medio, unas 55.000 pesetas mensuales, dinero que va ntegramente a los bolsillos del instalador y del dueño del local.

Con independencia de esta ilegalidad, las garantías de juego limpio para los clientes son mínimas, por no decir inexistentes, ya que los explotadores pueden abrir la bola o huevo y retirar el premio o premios gordos, dejando únicamente los inferiores como señuelo.

Con objeto de poner fin a esta práctica ilegal, la Brigada de Documentación Madrid, a través del Grupo del Juego, ha iniciado una campaña de intervenciones en los estableimientos donde las máquinas están instaladas.

Las actas correspondientes se han remitido a la Delegación de Gobierno y a la Comisión Nacional del Juego, para que apliquen la sanción que corresponda, tanto a los instaladores como a explotadores.