El vehículo, un Volkswagen Golf GTI 16V de color banco y matrícula de Oviedo, había sido robado de la calle Diego de León en la madrugada del pasado 27 de enero. Su desaparición fue denunciada pocas horas después por su propietario, Héctor A.C., en la comisaría de Buenavista del madrileño barrio de Salamanca, constando la reclamación en las diligencias número 30.163.

Según explicó a Servimedia el afectado, desde esa fecha y a pesar de llamar reiteradamente tanto al Cuerpo Nacional de Policía como a la Policía Municipal de Madrid para interesarse por l paradero del vehículo, en ningún momento fue informado de que el coche no constaba como denunciado en el ordenador central de la policía, por lo que confió en que los funcionarios proseguirían su búsqueda.

Sin embargo, el pasado viernes recibió una llamada telefónica de agentes de la Policía Municipal, quienes le preguntaron si su vehículo había sido robado. Ante la respuesta afirmativa del dueño, le comunicaron que habían llamado a los Servicios de Informática, "no constando este coche como sustraío", según recoge una nueva denuncia presentada por este motivo.

Los agentes explicaron que habían visto con anterioridad el vehículo ya que llevaba 20 días estacionado frente al portal del número 16 de la calle Escuela, en el distrito de Usera, cuyos vecinos denunciaron reiteradamente su presencia por estimar que había sido abandonado tras su robo.

Al no ser retirado por la policía, varias personas han ido llevándose piezas de todo el vehículo, entre ellas, las ruedas, volante, herramientas, bateía, palanca de cambios, guantera, paragolpes delantero, faros, matrícula, teclas de encendido de luces y alvavoces. Además, el coche presenta desperfectos en chapa, pintura y sistema eléctrico, según la denuncia.

La policía ha anunciado al afectado que va a iniciar una investigación interna con el fin de averiguar porqué el Servicio de Informática no cursó el expediente de esta denuncia, que, según dijeron, fue remitida mediante télex una hora después de haber sido presentada a la sede del ordenador cntral en Avila, que está conectado con todas las policías españolas y la Interpol. Señalaron que los resultados de la investigación serán puestos en manos del juez.

Asimismo, indicaron que no es frecuente que ocurran estos errores y precisaron que había sucedido con anterioridad con un detenido, aunque no explicaron el caso.