Este refuerzo, que se ha repetido en las últimas jornadas, se completó hoy con los servicios de escolta a las ocho líneas de autobuses interurbanos puestos en marcha por el Consorcio, para dotar de transporte a los principales ejes del centro de la ciudad.

Los policías municipales también se encargaron de mantener "limpios" los carriles bus por los que discurrieron estos vehículos, cuyo punto de cofluencia fue el Paseo de la Castellana.

Hasta este mediodía, los autobuses circularon con normalidad y no hubo incidentes, según informó la Policía Municipal.

El aumento de agentes en la calle se consiguió gracias a los turnos de solape, encargados de enlazar los servicios de noche, mañana y tarde, y a la anulación de las libranzas establecidas en el convenio, aunque estos casos son esporádicos y se producen en determinadas unidades y distritos que requieren una mayor presencia policial.

Porotra parte, la intensidad circulatoria en los accesos a Madrid fue un 14 por ciento superior a la de una jornada normal, mientras que ayer, primer día de la huelga del Metro, el incremento fue de un 20 por ciento, según informó el Gabinete de Tráfico del Ayuntamiento.

Los mayores atascos tuvieron lugar a primeras horas de la mañana en la Avenida de Portugal, Puente del Rey, Conde de Casal, Glorieta de San Vicente y Plaza de España. Después de la "hora punta" de la mañana, los problemas se trasladaronotras zonas del interior de la capital.

De acuerdo con las citadas fuentes, la reducción de la intensidad del tráfico respecto a la jornada de ayer pudo deberse a que los ciudadanos estaban más informados y sabían que había servicios mínimos en el Metro, por lo que no utilizaron el vehículo privado para acudir a sus puestos de trabajo, como hicieron ayer.