Los policías se presentaron ayer tarde, durante la celebración de un pleno municipal, y depositaron las porras y esposas ante losconcejales y el alcalde, mientras que las pistolas fueron entregadas en las dependencias de la Policía Local.

El brigada jefe de la Policía Local, Vicente Moreno, calificó la sentencia de "desproporcionada e injusta", ya que considera que "deja manchados a compañeros y a todo el Cuerpo de la Policía Local".

La polémica sentencia, dictada por el juzgado de Instrucción de Santa María de Guía, se refiere a un hecho que ocurrió en 1995, en la celebración de una romería, y condena al policía local Jos Claudio Suárez Pérez a cinco días de arresto menor y a pagar 360.000 pesetas a José Manuel Mendoza por causarle lesiones de carácter leve.

Según la versión del policía, fueron precisos varios agentes para reducir a Mendoza a la fuerza porque "es un hombre de casi dos metros y 130 kilos de peso que se encontraba ebrio, paralizando la fiesta, y armado con un garrote con el que nos golpeó, con fuerte resistencia a la autoridad".

Para el Ayuntamiento de Gáldar, la sentencia es injusta "porque está eento de responsabilidad criminal el que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo". Los servicios jurídicos del consistorio han recurrido la sentencia porque creen que el agente sólo se limitó a reducir a una persona que le agredió, aunque tuvo que golpearlo con su porra.

Vicente Moreno explicó que la medida de presión de entregar las armas se prolongará hasta el próximo lunes. Pero mientras tanto, los 34 agentes municipales del municipio de Gáldar patrularán sin armas, porras o esposas por las calles de su pueblo.