Las mismas fuentes indican que los Grapo disponen de infraestructura en Valencia, cuya configuración urbanística, con abundantes barrios rurales y su excelente red de comunicaciones por carretera -rápio acceso a las principales autopistas-, la convierten en lugar seguro.

Las mismas fuentes han recordado que precisamente un periódico valenciano ya fue elegido por los secuestradores para enviar una carta, el pasado 6 de julio, en la que, como en la remitida a otro rotativo zaragozano, se reivindicaba la acción terrorista. Ambos diarios son analizados, desde entonces, por los investigadores por si los secuestradores intentan establecer algún contacto por medio de sus páginas de anuncios.

Estas funtes explican que Cordón puede haber permanecido en las inmediaciones de Zaragoza capital durante los dos meses transcurridos desde que el 27 de junio fue secuestrado cuando practicaba footing en las riberas del Canal Imperial de Aragón.

La decisión de trasladar al empresario habría sido tomada, siempre según esta hipótesis, después de que los secuestradores suspendieran su liberación, anunciada telefónicamente a la familia Cordón el pasado 17 de agosto. El anunció coincidió con un aumento de los contoles policiales provocado por la colocación de artefactos explosivos en la vías férreas por parte de ETA.