Las piezas incautadas, que según la policía eran utilizadas con fines comerciales, tienen un incalculable valor y muchas de ellas datan de los siglos VIII y VI antes de Cristo, mientras que otras se remontan a las épocas romana y visigoda.

La colección fue descubierta por el grupo segundo de la Sección de Delicuencia Organizada de la policía sevillana on la ayuda de expertos en arquelogía de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el transcurso de un registro en el domicilio de una persona que no ha sido detenida por su avanzada edad.

La investigación policial se inició hace ya varios meses para localizar a este individuo, que se dedicaba a la compra-venta de objetos arqueológicos y sobre el que recaían sospechas de que puediera tener almacenadas piezas de importante valor histórico y artístico.

Según la policía, estos objetos era extraídos a través de excavaciones ilegales realizadas por personal no especializado y sin los medios necesarios para preservar las mínimas garantías para el posterior estudio de estos hallazgos.

Estas excavaciones clandestinas han podido provocar graves perjuicios al Patrimonio artístico, no sólo por la destrucción del entorno donde se encontraban, sino además por la carencia de planos del lugar concreto del hallazgo.

En estos momentos continúan las investigaciones de la policía para tratar de eterminar la procedencia del material intervenido y para localizar a las personas que pudieran estar inculpadas de expolio al Patrimonio Histórico Artístico.