LA POLICIA ESCLARECE EL FALSO SECUESTRO DE ALVARO BAIGORRI
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Un hotel cercano a Santo Domingo y otro de Almería son los lugares en los que estuvo alojado el empresario Juan Alvaro Baigorri desde su desaparición hasta el día anterior a su regreso al domicilio familiar, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
En contra de sus primeras manifestaciones, el industrial ha reconocido que no fuesecuestrado en las declaraciones que prestó anoche en la Brigada de Policía Judicial en presencia de su abogado. Ahora está acusado de una simulación de delito.
Tras su retorno a Madrid y a la vista de sus primeras manifestaciones, funcionarios policiales especializados del Grupo de Secuestros y Extorsiones se hicieron cargo del caso. De entrada, ya se apreciaban ciertas incongruencias y lagunas en el primer relato de lo sucedido.
Las sospechas sobre la falsedad de la versión que apuntaba a un seuestro se vieron confirmadas horas más tarde, cuando, al revisar el maletín del empresario, los investigadores hallaron un papel que parecía demostrar que había estado en la República Dominicana. Poco después, una llamaba al hotel Carabela, cercano a Santo Domingo, confirmó que se había alojado allí en los últimos días.
Con estas pruebas en su poder, los agentes acudieron ayer por la tarde al domicilio de Baigorri para proceder a su detención y trasladarlo a la Brigada de Policía Judicial con el fin d tomarle declaración, acusado de un delito de simulación de delito. Nada más entrar en la casa los agentes, el empresario manifestó su intención de contar la verdad.
AMENAZAS
Juan Alvaro Baigorri asegura haber recibido llamadas telefónicas con amenazas de muerte si no pagaba ciertas cantidades de dinero. En la última de ellas, a primeros de enero, el interlocutor le exigió diez millones de pesetas, que debía entregar junto al mostrador de una compañía aérea en la terminal del aeropuerto de Barajas. El día 15 se dirigió al aeropuerto con la intención de viajar a Barcelona, donde tenía que efectuar un pago de diez millones relacionados con su negocio de venta de automóviles. Según su versión, el miedo a las amenazas le indujo a preguntar en una agencia por los vuelos a Santo Domingo.
Al llegar a Barajas compró billete para Barcelona. Sin embargo, al ver a tres desconocidos que le resultaron sospechosos junto al mostrador que su interlocutor telefónico le había indicado, decidió sacar un billet para el avión que tenía su partida al país caribeño a las 11 de la mañana.
Una vez en el aeropuerto de Punta Cana, se alojó en el hotel Carabela hasta el día 22. Sobre las 6 de la tarde, hora local, tomó un avión de regreso a Madrid y desembarcó en Barajas a las 7 de la mañana del día 23. Durante el vuelo leyó en un diario la noticia sobre su desaparición, lo que aumentó su inquietud. En lugar de regresar a su domicilio, se dirigió a la estación de Chamartín y tomó un tren con destino a Almería.
En el hotel Costa del Sol estuvo hospedado hasta el día 25 por la noche, en que retornó por el mismo medio a Alcázar de San Juan. Llegó a esta población manchega de madrugada y en un taxi se desplazó hasta Quintanar de la Orden, donde alquiló una habitación en un hotel y por la mañana llamó a su familia, con la que quedó citado en una gasolinera situada en el centro de Ocaña.
Para sus desplazamientos asegura haber utilizado su pasaporte, dato que está pendiente de confirmar. Las diligencias sobre el cso han sido remitidas a la autoridad judicial.
(SERVIMEDIA)
27 Ene 1996
CAA