LA POLICIA DETUVO A MAS DE 1.000 PERSONAS EN BARAJAS EN 1997
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Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Comisaría del Aeropuerto Internacional Madrid-Barajas detuvieron el pasado año a un total de 1.010 personas por distintos motivos, según informó hoy el Ministerio del Interior.
La Policía de este puesto fronterizo tramitó un total de 6.063 expedientes de estancia ilegal, de lo que 2.631 concluyeron en expulsión, 3.286 fueron rechazados al no reunir los requisitos exigidos para la entrada en nuestro país y 81 fueron asilados, de los 146 que lo solicitaban.
El Grupo de Estupefacientes requisó en dicho periodo de tiempo un total de 432 kilos de cocaína que pretendían introducir en nuestro país 176 individuos, en su mayoría procedentes de Colombia, Santo Domingo, Panamá y Caracas, que fueron detenidos. En estas operaciones se aprehendieron 2.007.000 pesetas en moneda española134.000 dólares.
A instancia de las Compañías Aéreas que operan en el Aeropuerto, fueron controladas de manera directa en las dependencias policiales ubicadas en la Terminal 1, un total de 5.489 personas y 22.170 equipajes que presentaban algún tipo de riesgo.
El Grupo de Investigación detuvo a 476 personas por delitos contra la propiedad y otros delitos. Intervino 259 documentos falsos o manipulados, recuperando joyas robadas valoradas en 40 millones de pesetas y 39 vehículos, que fueron restitidos a sus propietarios.
El Grupo de Fronteras controló a 11.515.358 pasajeros, procedentes de la Unión Europea y de terceros países, incluidos los vuelos internacionales en tránsito.
Según Interior, estos datos reflejan que la inseguridad ciudadana en el Aeropuerto de Barajas arrojó en el año 1997 uno de los niveles más bajos de los aeropuertos internacionales. El tráfico de pasajeros alcanzó en estas instalaciones la cifra de 24 millones y el tráfico de aviones fue de 262.000 operaciones.
CONROL A PUERTA DE AVION
Interior informa que en la lucha contra las organizaciones delictivas internacionales de inmigrantes ilegales y el flujo migratorio de ciudadanos de otros países que eligen España, el Grupo de Inmigración ha cumplimentado con éxito una experiencia piloto consistente en el control de extranjeros "a pie de avión".
Los extranjeros ilegales que vienen a nuestro país lo hacen eligiendo España como destino final en el caso de nacionales de países africanos próximos a nuestro entoro geográfico; o bien, como tránsito hacia países americanos (Canadá y Estados Unidos).
Este control policial puesto en práctica por primera vez por la policía española y asumido por otros países de la Unión Europea, singularmente Alemania, consiste en una inspección documental de los extranjeros a su llegada a España o que se encuentran en tránsito realizado en las mismas puertas del avión, o al pie de sus escalerillas por agentes policiales.
Si éstos observan anomalías o deficiencias en alguna dcumentación, o en aquellos otros casos que lo consideren oportuno, impiden la entrada en España a los extranjeros por no reunir los requisitos legales. De este modo, al no haber pisado territorio español, se procede a su repatriación en el mismo avión.
Conocido es el caso de súbditos extranjeros que salen de sus países de origen con documentación falsificada, viajeros procedentes de Africa (Liberia, Nigeria, Ghana), de Turquía (kurdos) y de países del suroeste asiático. Durante el trayecto a nuestro pís o en el tránsito del pasaje entre la aeronave y el edificio terminal, la destruían o hacían desaparecer haciendo muy difícil determinar su nacionalidad y filiación. De este modo intentaban acogerse al derecho al asilo y, a que se les expidiera una documentación legal.
A este respecto, el Convenio de Chicago sobre Aviación Civil Internacional y las más recientes directivas emanadas de las Comunidades Europeas establecen las obligaciones de las compañías transportadoras respecto a la custodia de los asajeros, hasta la verificación por las autoridades competentes españolas de la admisibilidad o no de cada uno de ellos.
Del mismo modo, fijan las responsabilidades en que pueden incurrir, cuando introduzcan en territorio español personas que no reúnan los requisitos exigidos debiendo ser repatriadas en el mismo avión.
Por los motivos apuntados, se procedió a la inadmisión en frontera durante 1997 de 3.286 ciudadanos extranjeros, lo que supone un aumento apreciable respecto de los 2.583 del año 196, según las mismas fuentes.
El ministerio autorizó la entrada de 637 extranjeros por distintos motivos contemplados en la legislación vigente, a pesar de carecer de visado para entrar en España. Se ha procedido a limitar la estancia en nuestro país, por diversas causas, a un total de 112 extranjeros. Se expidieron 2.635 billetes de avión a distintos extranjeros expulsados del territorio nacional.
(SERVIMEDIA)
20 Mar 1998
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