La policía recomienda a los ciudadanos que, antes de abandonar su casa, se aseguren de que puertas y ventanas quedan perfectamente cerradas, y que no olviden que las que dan a patios interiores están ocultas a la vista de los ciudadanos y son las preferidas de los delincuentes para entrar en las viviendas.

También aconseja que durante los días previos a su marcha, no comenten en cualquier lugar y a oídos de cualquiera sus planes, así como que pidan a algún vecino de confianza que retire su correo del buzón, ya que la acumulación de cartas denota que la casa está deshabitada.

Con relación a las joyas y otros objetos de valor, recomienda que no se escondan en lugares insospechados, ya que "los delincuentes los conocen mejor que nadie", sino que los lleven, si es posible, a una caja de seguridad. La policía aconseja también a los ciudadanos que hagan un inventario con los números de serie de fabricación de determinados aparatos, la marca y el modelo, porque, en caso de robo, es la forma más fácil de recuperarlos.

Según la policía, es importante también que la casa mantenga apariencia de estar habitada, por lo que es mejor no bajar del todo las persianas y utilizar algún artilugio que encienda alternativamente la luz de distintas zonas de la vivienda o que encienda algún aparato de radio. Además, recomienda que se exija acreditación a los representantes de servicios técnicos de gas, luz, agua o teléfono, y que no se facilite el acceso a desconocidos sin este requisito.

Si a la vuelta de vacaciones alguien se encuentra la desagradable sorpresa de que han entrado en su vivienda, la policía pide que no toquen, limpien ni recojan nada antes de que lleguen los agentes, ya que se estarán borrando posibles huellas e indicios, pruebas para que una buena investigación policial consiga la detención de los autores.