LA POLICIA CONFIRMA LA MUERTE ACCIDENTAL DE UN GUARDIA REAL MIENTRAS ESTABA DE CENTINELA
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La Jefatura Superior de Policía de Madrid confirmó esta tarde a Servimedia que el fallecimiento del cabo de la Guardia Real Antonio Salinas Garmendia, mientras estaba de centinela la madrugada anterior en el "Cuartel del Rey", se debió al isparo accidental de su arma reglamentaria.
Así lo ha determinado la necropsia realizada al cadáver. Este fue hallado con una herida de disparo en la nuca, por lo que se pensó al principio que podría tratarse de un asesinato.
La crónica del suceso, de acuerdo con las fuentes consultadas, se inicia cuando el proyectil de fogueo, que antecede al resto de proyectiles reales en el cargador, se disparó accidentalmente.
En ese momento, y quizás temiendo una reprimenda por parte de sus superiores, omunicó por el "walkie-talkie" al cuerpo de guardia la presencia de un extraño, al grito de "intruso, intruso", según el testimonio policial.
A continuación, sonaron otros tres disparos que, asimismo, procedían del arma que portaba la víctima al hombro, uno de los cuales entró por el lateral derecho del hueso occipital saliendo por la parte superior izquierda de su frente, según ha confirmado la necropsia practicada.
Los otros dos proyectiles siguieron una dirección distinta, aunque no causaron dño alguno. Antonio Salinas Garmendia, de 23 años, había realizado tareas humanitarias en Bosnia.
(SERVIMEDIA)
04 Jul 1997
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