Los pesticidas utilizados para la fumigación de las patatas son el Dusban 48 y el Cuprosán 311, siendo el primero de ellos altamente peligroso, al poder causar, según un portavoz del Servicio Andaluz de Salud "nauseas, diarreas y vómitos", por inhalación en pequeñas dosis, llegando incluso a producir "bronco espamos, taquicardia e hipotensión", si la dosis es mayor.

Las patatas fueron robadas el pasado domingo de una huerta situada en las cercanías del csco urbano marbellí, siendo denunciado el hecho en la tarde de ayer por el propietaro de la finca.

La Policía ha advertido a la población marbellí y de toda la Costa del Sol que evite la compra de patatas de dudosa procedencia, por lo que ha requerido la colaboración ciudadana para denunciar cualquier caso que levante sospechas.

El Servicio Andaluz de Salud ha confirmado que hasta esta mañana en los hospitales públicos de la provincia de Málaga no se había presentado ningún caso clínico que pudiee alertar el consumo de las patatas fumigadas con los pesticidas tóxicos.