La solicutud de ayuda al 091 fue requerida por la hermana de José Luis, al no poder localizar a su hermano par comunicarle urgentemente la muerte y el posterior entierro de su madre, que se celebraría en Madrid 13 horas después del aviso a la Policía.

Desde la sala del 091 se intentó establecer contacto, en un primer momento, con la Policía británica a través de Interpol, aunque no fue posible. Ante la escasez del tiempo que había para avisar a José Luis, el jefe de sala, por mediación del Servicio Internacional de Telefónica, se comunicó con la comisaría londinese de "Fredon" y le explicó el caso a los resposables de ésta.

Durante la madruga y tras realizar varias gestiones, el policía británico David Bassa, que hablaba perfectamente castellano, localizó al súbdito español y le puso en contacto con la sala del 091 en España para que se le anunciara la noticia de la muerte de su madre.

Mientras, la Policía británica le reservó a José Luis Gomez un vuelo para Madrid y le acompañó al aeropuerto de Londres en un coche oficial para que pudiera tomar el vuelo a tiempo. Por su parte, la Policía española hio lo mismo en España permitiendo que José Luis pudiera acudir al entierro de su madre.