La iniciativa, en primer lugar, modificaría el artículo 33 de la Ley General Presupuestaria, para añadir un nuevo apartado tercero que rezaría: "El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado deberá incluir una reducción del 15% del gasto militar respecto a la Ley de Presupuestos Generales del Estado que se encuentre en vigor en cada momento. Dicha reducción será obligatoria hasta el 31 de diciembre de 2029".

También se alteraría el artículo 37 de dicha norma, para especificar que el informe de impacto militar anexo a los Presupuestos "incluirá una explicación detallada de todos los contenidos del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado que contribuyan al gasto militar".

Fuera del proyecto de Presupuestos, pero dentro de esa misma Ley General presupuestaria, se añadiría un punto 3 al artículo 50 para hacer depender del Congreso la habitual aprobación de créditos sujetos al Fondo de Contingencia para ulteriores inversiones militares. "Cuando la aplicación del Fondo de Contingencia implique una modificación del gasto militar, ésta aplicación deberá ser aprobada por el Congreso de los Diputados", clarificaría ese nuevo punto.

Igualmente, un nuevo apartado 2 incluido en el artículo 51 establecería que "las modificaciones de los créditos contenidos en los presupuestos de gastos, en cualquiera de sus modalidades, que impliquen una modificación del gasto militar, deberán ser aprobadas por el Congreso de los Diputados". Lo apuntalaría un nuevo artículo 61 bis: "Corresponde al Congreso de los Diputados aprobar las modificaciones de crédito que impliquen, directa o indirectamente, una modificación en el gasto militar”.

Finalmente, el artículo 135 recogería que "la Intervención General del Estado pondrá a disposición de las Cortes Generales, con periodicidad mensual, a través de su Oficina Presupuestaria, información pormenorizada sobre la ejecución de los presupuestos en materia de gasto militar".

La otra norma que se modificaría si se aprobara la proposición de Podemos es la Ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso, aprobada en 2007. Su artículo 4 pasaría a reconocer que "las transferencias de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso previstas en el artículo 1 se realizarán previa autorización por el Congreso de los Diputados", y que "el Gobierno remitirá al Congreso de los Diputados las solicitudes de autorización para que este decida su aprobación o rechazo". El artículo 7 daría un plazo de seis meses a la Cámara para aprobarlas y, si no, se entenderían rechazadas.

EMBARGO DE ARMAS

Además, un nuevo apartado 4 al artículo 8 permitiría al Congreso ordenar un embargo de armas en circunstancias como la de Israel. En concreto, "podrá aprobar también el embargo de armas, material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso a un determinado Estado, cuando considere que se cumple alguno de los supuestos establecidos", y "las solicitudes para establecer el embargo podrán ser presentadas por el Gobierno o por los distintos grupos parlamentarios".

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que fue hoy a Bilbao a intervenir en un mitin de la campaña de las elecciones europeas del domingo, resaltó que esta iniciativa provocaría que "las autorizaciones de compra, venta y tránsito de armas a través de nuestro país no pasen sólo por una junta ministerial, sino que tengan que pasar por el Congreso, que sean los legítimos representantes de la soberanía popular quienes decidan". Sobre la limitación del presupuesto militar, justificó que "en este momento no para de subir y es un problema democrático muy serio: cada vez que gastamos un euro en tanques, en armas, significa un euro menos para la sanidad o educación".

Belarra incidió en estos temas en su discurso en el mitin. Allí aseguró que la cabeza de lista de la formación, Irene Montero, “va a ser la voz de la paz” en Europa y reiteró el mensaje recurrente de que “la guerra va a ser la excusa para que vuelvan los recortes” y se sitúe a la extrema derecha en el “corazón de mando” de la UE, cuando la paz “es la condición de posibilidad de todo lo demás”.

Advirtió de que, después de haberse empleado armamento europeo en ataques de Ucrania sobre Rusia, “lo siguiente” sería enviar soldados españoles y de otros países al frente, “a combatir en Ucrania por los Estados Unidos”. Llamó a “frenar la escalada militar con paz” después de que dos años de guerra sólo hayan servido, según ella, para fortalecer la posición de Rusia en las futuras negociaciones.

Respecto a Gaza, insistió en que “se está masacrando a un pueblo con la complicidad de Europa”, advirtió de que esto es “un banco de pruebas” que determinará lo que se permite hacer en el futuro y exigió al ministro de Transportes, Óscar Puente, que revise la carga del buque ‘Vertom Odette’, del que dijo que ya está en aguas españolas, para asegurar que no transporta armas a Israel.

En otro orden de cosas, Belarra recriminó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no haya tomado medidas de regeneración democrática después de su reflexión de cinco días. “No eres una persona cualquiera, eres el presidente del Gobierno, tienes poder, puedes hacer cosas”, le interpeló figuradamente.

Por último, pidió a Sánchez que no pase con la amnistía lo que pasó, según ella, con la Ley ‘del sólo sí es sí’. Afirmó que la norma “está bien hecha” pero pronosticó que “va a venir una ofensiva judicial” y “la derecha va a sacar al jugador número 12, los sectores reaccionarios atrincherados en el poder judicial”. “Necesitamos estar unidas, le pido al presidente del Gobierno que no haga como con Irene Montero, que nos deje solas”.