Lo hizo en su intervención durante la jornada ‘Tax the rich (‘Gravar a los ricos’). Equilibrar la balanza fiscal’ que Podemos organizó en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid, como aperitivo de la proposición no de ley que Unidas Podemos llevará al Congreso de los Diputados el próximo martes 15, en la que defenderá crear un impuesto a las grandes fortunas que las comunidades autónomas no puedan bonificar y aumentar el gravamen a las empresas eléctricas.

Álvarez, que abrió la jornada, planteó como “crucial” el debate sobre la “siempre pospuesta reforma de nuestro sistema tributario”, que sufre una brecha fiscal de “entre 7 y 8 puntos menos” de recaudación porcentual respecto al PIB respecto a la media de la UE. Si se corrigiera, España ingresaría 80.000 millones más todos los años.

Aunque admitió que el comité de expertos constituido por el Ministerio de Hacienda y que divulgará en las próximas semanas su informe “dará el pistoletazo de salida”, él puso el acento en el “queso gruyere” del Impuesto de Sociedades, lleno de agujeros “por donde se cuelan los privilegios” en forma de exenciones hasta el punto de recaudar 20.000 millones menos de lo que se debería. Según dijo, la crisis económica de 2008 hundió la base imponible de las empresas, pero hoy sus resultados contables “superan claramente” los de aquel año “pero las bases imponibles siguen siendo inferiores” a entonces.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra puso énfasis en su intervención inicial en la desigualdad de renta por sectores sociales, mientras que la de Igualdad, Irene Montero, se centró en la que hay entre sexos. Por eso, Montero destacó que las mujeres serían las grandes beneficiadas por una reforma fiscal que gravara a los grandes patrimonios, preferentemente masculinos, y reforzara unos servicios públicos que las aliviarían de la carga de los cuidados.

EL 15%

La abogada responsable de Justicia Fiscal de Oxfam Intermón, Susana Ruiz, advirtió de que el acuerdo internacional para fijar un mínimo del 15% del Impuesto de Sociedades sólo beneficiará a los países a los que pertenecen las multinacionales, a las que obligarán a contribuir en ellos aunque no lo hagan en los paraísos fiscales donde están instalados. De esa forma, calcula que dos tercios de lo que se recaude por este acuerdo van a ir a países del G-7 y sólo un 3% a los países menos avanzados. “Este acuerdo que nos han dicho que es tan histórico va a plantear más desigualdad”, advirtió.

El presidente de los técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, reclamó más competencias para perseguir el fraude fiscal y controlar más los de grandes empresas que los de ingresos sobre la renta y los de autónomos. En concreto, lamentó que lo que se ingresa hoy por el Impuesto de Sociedades es un 40% inferior a lo que se cosechaba en 2007.

El diputado y exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn llamó a desafiar la lógica neoliberal y subir los impuestos, particularmente a los ricos, y propugnó un sistema de sanidad pública en todo el mundo. También constató que las grandes multinacionales son más poderosas que la gran mayoría de los países, y pidió un impuesto mundial a todas las empresas energéticas.

En esa línea, defendió el “activismo político” por una cuestión de justicia social, y cuestionó que a la gente se valore por su dinero y no por el servicio que da a la sociedad. Pero Corbyn terminó comparando el prestigio actual del socialismo con el que tenía hace años y con un llamamiento a la esperanza: “Las cosas cambian si trabajas lo suficientemente duro para provocar el cambio”.