La nueva línea, que forma parte de las medidas puestas en práctica por el consistorio madrileño durante el periodo navideño, comenzó a realizar su particular trayecto el pasado día 13 y continuará funcionando hasta el próximo 7 de enero.

Su particularidad radica en que, desde las 9,30 de la mañana y hast las 10 de la noche, permite a los madrileños trasladarse a los principales núcleos comerciales de la capital para realizar sus compras navideñas.

Para ello, los 10 autobuses que componen la flota de este servicio especial realizan, con una frecuencia de paso de 10 minutos y en ambos sentidos, un recorrido que, partiendo de la plaza de Felipe II, transita por los bulevares hasta llegar a la calle Princesa. Allí enfila la Gran Vía y, remontando la calle Alcalá, regresa de nuevo a su punto de partida. No obstante, a pesar de que este itinerario pasa al lado de los principales grandes almacenes de Madrid, el número de viajeros que lo utilizaron para realizar sus compras en el primer fin de semana de funcionamiento fue escaso, posiblemente por desconocer su existencia.

Durante un viaje realizado en uno de los autobuses, que, como el resto, se identifica por una placa indicativa, tan sólo una mujer y sus dos hijos pequeños se subieron al vehículo en la cabecera de la línea.

Según afirmó a Servmedia la mujer, el motivo del viaje no eran las compras, finalidad del servicio, sino "dar una vuelta con los niños". No obstante, mostró su apoyo a esta iniciativa que, indicó, "hará que muchos madrileños dejen aparcados sus coches, como he hecho yo".

Por su parte, el conductor del autobús, un trabajador recién incorporado a la Empresa Municipal de Transportes (EMT), también manifestó su satisfacción por esta medida especial, aunque señaló que en los primeros días de funcionamiento "le va a salir cososo al Ayuntamiento tener unos cuantos autobuses circulando medio vacíos".

DARSE A CONOCER

Durante su recorrido por la calle Goya, tan sólo dos personas se subieron al vehículo, que, a pesar de no ser requerido por los usuarios que esperaban otros autobuses, realizaba todas las paradas establecidas para "darse a conocer".

En cada parada, el conductor informaba a los viajeros de otras líneas sobre el trayecto del servicio especial, lo que animó a algunos de ellos a "traicionar" a su autobús habiual.

Todos los usuarios consultados por Servimedia también aplaudieron la medida especial, aunque la mayoría de ellos resaltaron que el problema de su poca aceptación es la escasa publicidad que se le ha dado.

Una joven, que se subió en la Plaza de Colón con destino a unos grandes almacenes, confesó su ignorancia sobre cuándo comenzó a funcionar el servicio y sobre el rumbo que seguía el autobús.

A pesar de ello, y al igual que otro pasajero que también era "novato", dijo que será útil a losmadrileños si las autoridades municipales vigilan los carriles bus, para que los autobuses puedan circular con mayor fluidez.

También propusieron realizar una campaña de concienciación ciudadana para que los madrileños se acostumbren a respetar los carriles bus.

No obstante, el conductor del autobús resaltó que desde que comenzó este servicio especial, los carriles bus están más despejados de coches particulares de lo habitual.

Finalmente, tras pasar por la Plaza de Cibeles y bordear la Puera de Alcalá, el autobús del servicio especial de Navidad regresó a su punto de partida: la Plaza de Felipe II.

En realizar todo el trayecto, durante el que el número máximo de viajeros no superó las 20 personas, invirtió unos 40 minutos, 10 menos del tiempo previsto.