El portavoz parlamentario del Partido Nacionalista Vasco, Iñaki Anasagasti, expresó exasperado el malestar de su partido por esta comparación y aseguró que antes de hacer pública su amenaza de abandonar el Pacto de Madrid había hablado con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz.

Además, Anasagasti dio a conocer que se habí puesto en contacto con el presidente del Gobierno, José María Aznar, y con el vicepresidente primero, Francisco Alvarez Cascos, a los que transmitió su enfado.

"Le he dicho que Mayor Oreja no puede mantener esa imagen impoluta de persona sensata, mientras los demás somos unos peligrosos radicales", sentenció Anasagasti, quien retó al ministro del Interior a decir claramente si piensa mover a los presos etarras.

A juicio del PNV, Mayor Oreja no puede "hacer lo que le da la gana cuando a él le da a gana y luego pedir consenso político, porque esas no son las reglas de juego en un sistema democrático normal. Esa actitud es propia de un ministro que no tiene que consultar sus decisiones, de un ministro de épocas pasadas".

Según el portavoz del PNV, el problema de los presos de ETA es "un problema social que tenemos en Euskadi", por el que "no se nos puede confundir con ETA".

"Si somos tan sospechosos y si el ministro no aclara lo que quiso decir, que no cuente con nuestra presencia en el Pato de Madrid. No vamos a hacer irrespirable la atmósfera de una reunión de gente tan sensata. O aclara esto de una manera radical, o no vamos al Pacto de Madrid", amenazó Anasagasti.

Loa nacionalistas vascos se declaran "hartos" del "fariseismo del planteamiento por el que Mayor Oreja es el bueno, el inmaculado, el que tiene políticas claras, y nosotros somos unos peligroso salvajes que hacen cosas tan absurdas como acudir a una instancia democrática y europea para dirimir diferencias".

Anasagast se refería así a la remisión a instancias europeas de una denuncia contra la política penitenciaria del Gobierno, decidida días atrás por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco

Según el portavoz nacionalista, esta postura radical del PNV se adopta "después de dos años de hablar con la pared" y de no recibir respuesta alguna del Ministerio de Interior.