Ricardo Rosado, miembro del Comité de Empresa de la EMT, explicó a Servimedia que durante el tiempo que lleva en práctica la medida no se han producido incidentes y la línea, considerad como una de las más conflictivas al pasar por los poblados marginales de La Celsa y Torregrosa, ha recobrado la normalidad.

El representante sindical subrayó que la medida ha sido acertada porque se ha disuadido a los toxicómanos de que no agredan a los conductores, y porque en los meses de verano "hasta los drogadictos se toman vacaciones", indicó Rosado.

Los 15 acompañantes de la 130 tienen como misión calmar los ánimos de los "yonquis" cuando se produzcan conflictos por no querer pagar el bilete y ofrecer un apoyo moral y psicológico a sus compañeros conductores.

CONTRATO DE TRES MESES

Estos empleados firmaron un contrato de tres meses. Durante los dos primeros actuarán como acompañantes, mientras que en el último recibirán clases prácticas pagadas, para trabajar en un futuro próximo como conductores.

Rosado considera que la experiencia debería haber tenido una mayor duración -al menos seis o siete meses- y se tenía que haber extendido a otras líneas aledañas como la 102 y 24 (Gloreta Emperador Carlos V-Pozo del Tío Raimundo) y 112 (Glorieta Emperador Carlos V-Entrevías).

En cuanto al futuro de la línea 130 cuando sea retirado el servicio de vigilancia, Rosado se mostró esperanzado en que la situación de inseguridad no alcance las cotas de hace varios meses.

"Al faltar los acompañantes, los toxicómanos pueden volver a 'tomar' la línea, pero ya nunca será como antes porque se habrán concienciado de que su actitud no es la lógica y en cualquier momento se puede tomar otra meida parecida", concluyó.