Ambos expresaron este convencimiento al llegar a la sede federal del PSOE, en la que el Consejo Territorial, que aglutina a los dirigentes territoriales, analizaba la propuesta alternativa redactada por la Comisión Ejecutiva.

La propuesta de los socialistas dej en un segundo plano los trasvases, incluido el del Ebro, en favor de una nueva visión del agua, basada en el ahorro y en las nuevas tecnologías para aprovechar los recursos existentes.

Iglesias se mostró convencido de que esta propuesta será respaldada por el conjunto de los socialistas, que serán capaces de impulsar una nueva filosofía del agua y de su uso sostenible.

Por su parte, el secretario general de los socialistas valencianos aseguró que su partido es contrario al trasvase del Ebro "taly como está planteado", a pesar de que esta medida beneficiaría al sur de su comunidad.

En su opinión, "no es bueno para el futuro de nuestra comunidad una acequia de norte a sur" y que sólo serviría para suministrar a los valencianos el once por ciento del agua que consumen. A su juicio, la inversión necesaria no compensa.

En caso de que fuera necesario un trasvase, Plá recordó que hay varias cuencas excedentarias, no sólo la del Ebro, y se mostró partidario de consensuar esta posibilidad entre odos los territorios afectados, primando la visión de Estado sobre las de cada territorio y dejando fuera "la rentabilidad electoral", que es lo que, a su juicio, impera en el Plan del PP.