Según advirtió hoy Intermón en una nota de prensa, la crisis humanitaria que se está gestando en esos tres países puede afectar a más de cinco millones de personas, pues las langostas acabaron con toda la vegetación y con todos los cultivos, salvo el arroz.

Como consecuencia de la crisis, los índices de malnutirición infantil se han disparado y se ha perdido un número importante de cabezas de ganado.

Sin embargo, lamentó la ONG, los países donantes ignoran la situación que atraviesan esos países y no han dado respuesta a las peticiones de fondos lanzadas desde las agencias de Naciones Unidas.

Níger y Mali forman parte del grupo de cinco países más pobres del mundo y Mauritania, poco mejor situado, es el país con menor acceso al agua en todo el planeta. La crisis afecta con especial virulencia a Níger, donde 3.500.000 personas se encuentran en grave riesgo de hambruna.