Esta encuesta da cuenta de los precios pedidos por los propietarios de pisos, por lo que refleja el impacto real que la crisis está teniendo en las expectativas de quienes tratan de dar salida a sus viviendas.

La caída de Londres, una de las ciudades con un sector inmobiliario más caro del mundo, es más del doble de la registrada en el conjunto del Reino Unido, en donde el descenso medio de agosto fue del 2,3%.

En Gran Bretaña, la crisis económica se ha traducido también en una caída del 40% en el último año en las operaciones de compraventa realizadas por los agentes inmobiliarios. El número de transacciones registradas este año podría ser el más bajo desde 1959.