Nada más conocer los atentados cometidos esta mañana en Israel, Piqué explicó en el Congreso que "es muy difícil exigirle que haga el cien por cien de esfuerzos para parar la violencia del bando palestino si al mismo tiempo sigue confinado en Ramala".

Asimismo, consideró conveniente que Arafat pueda asistir a la cumbre árabe que se celerará en Beirut para que, a partir de ahí, "cada cual haga lo que tiene que hacer". "Hay que acabar con las ejecuciones extrajudiales, con el bloqueo de los territorios y con la expansión de los asentamientos", añadió.

Piqué insistió en la "virtualidad" de la iniciativa de Arabia Saudí porque puede ser "una base para encontrar una salida", aunque reconoció que aún hay que "avanzar" en algunos aspectos como que sendas partes reconozcan sus respectivos Estados y los limites de las fronteras.

"La vioencia sigue imparable, la dinámica de acción y reacción es cada vez peor y eso nos obliga a todos a redoblar nuestra actividad diplomática y tratar de encontrar de nuevo un horizonte político", dijo.

El ministro insistió en que "no hay una solución militar al conflicto" y, por lo tanto, hay que llevar a cabo una negociación que culmine con la "coexistencia pacífica: uno palestino, viable, pacífico y democrático; y otro, Israel, con fronteras conocidas por todos y que se sienta seguro dentro de las misas".