Piqué hizo estas declaraciones en rueda de prensa después de que Toledo, que se encuentra de ira de trabajo en España, fuera recibido en audiencia por el Rey Juan Carlos y almorzara este mediodía en el Palacio de la Moncloa con Aznar.

El ministro insistió en que "el que la experiencia democrática del Perú sea un éxito, es algo que está en el interés de todos y también, por supuesto, en el interés de la Unión Europea y de sus estados miembros".

Recordó que el Perú es un país que está en una situación muy difícil, en el que el 56% de su población se encuentra por debajo de los niveles de pbreza. En su opinión, aunque hay que dejar que el Gobierno de Toledo ponga en marcha todas sus medidas, es necesario "afrontar esta situación grave a corto plazo".

Piqué precisó que, "en este contexto", España se ha responsabilizado de organizar a corto plazo, en coordinación con la Unión Europea, con el Banco Interamericano de Desarrollo, con el Banco Mundial y con países específicos, una conferencia de donantes para prestar el máximo apoyo posible al Perú. Según explicó, se trata de un programa que se puede mover entre 300-400 millones de dólares".

Además, aseguró que aprovechará su asistencia a la toma de posesión de Toledo a finales de julio, a la que acudirá acompañando al Príncipe de Asturias, para llegar a acuerdos con Perú para evitar la doble imposición, y promover y proteger las inversiones recíprocas.

Piqué especificó, además, que la deuda del Perú con España está situada en estos momentos en torno a los 500 millones de dólares y "estamos pensando en un mecanismo que permita que enre un 20 y 25% de esa deuda pueda convertrirse en proyectos".

Recordó que España es el país que más ha invertido en el Perú en la última década y añadió que el 25% de la inversión extranjera acumulada en el Perú corresponde a inversión española. En este sentido aseguró que Toledo ha mostrado una clarísima voluntad de que ese proceso siga y de "prestar el máximo apoyo a la continuidad de la presencia española".