En declaraciones a Servimedia, López Garrido subrayó que la sentencia del tribunal londinense es "un profundo error" desde todos los puntos de vista, incluído el jurídico, y supone "la utilización torticera" de la legislación del Convenio de Viena en materia de inmunidad, que no tiene nada que ver con este asunto.

Explicó que dicho convenio protege a efes de Estado y diplomáticos en el ejercicio de su función para que no puedan ser detenidos, pero aseguró que eso no cabe en una situación donde la labor de estas personas ha concluido y la inmunidad ya no cumple papel alguno.

Por contra, precisó que el mantenimiento de esa inmunidad se convierte en un privilegio "que lleva a contradicciones y aberraciones como la de esta sentencia". "Según ella", apostilló, "si hubiera vivido todavía Adolfo Hitler, podría pasearse tranquilamente por Londres y no se e podría detener".

López Garrido insistió en que este fallo judicial "olvida todos los convenios internacionales sobre derechos humanos y sobre los crímenes contra la humanidad", además de un artículo del Estatuto del Tribunal de Nuremberg, que juzgó los asesinatos nazis, según el cual no existe inmunidad en los crímenes contra la humanidad.

El dirigente de Nueva Izquierda expresó su confianza en que la Cámara de los Lores revoque esta sentencia, al considerar que lo que hace el Tribunal de Londrs es crear una nueva figura de asilo para los dictadores que hayan sido jefes de Estado por todas las atrocidades cometidas durante su etapa como tales.

"A partir de este momento", remachó, "cualquier aspirante a jefe de Estado dictador sanguinario podrá hacerlo con toda impunidad, porque sabe que cuando acabe sus atrocidades y deje de ser jefe de Estado siempre tendrá para irse de vacaciones Londres o el Reino Unido".

Finalmente, confió también en que la Audiencia Nacional se pronuncie esta tard a favor de la competencia de España para perseguir estos delitos, lo cual, dijo, sería "una decisión histórica en defensa de la humanidad, que contrastaría claramente con lo que ha pasado en Londres, donde se ha decidido contra la humanidad".