"Ahora estamos ante una decisión política del Gobierno británico", ha advertido el ministro portavoz, Josep Piqué, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Y el Ejecutivo español se limitará a respetar lo que decida Straw.

Siempre sgún esta tesis, el Gobierno no considera "necesario" un segundo chequeo a Pinochet, como pide Garzón, porque los informes de los cuatro médicos ingleses para Straw, aconsejando la libertad del ex dictador, son "suficientemente contundentes y unánimes".

"No hay ningún elemento que permita pensar que esa situación se va a modificar (con un nuevo informe médico). Esa es la posición del Gobierno británico y el Gobierno español no tiene nada que añadir. Si el Gobierno británico hubiera tenido una posición istinta, podríamos aproximarnos de manera distinta (sopesando la posibilidad de alegar", explicó Piqué.

A su juicio, "no es ningún elemento nuevo el pedir algo (Garzón) que el propio Gobierno británico ha dicho ya que, desde su punto de vista, no es necesario", añadió el portavoz.