Según fuentes gubernamentales, lo primordial para el Ejecutivo español es explicar al ministro chileno su postura respetuosa con las instancias judiciales, su apoyo a la transición en ese país y su empeño en que las relaciones entre ambos no se deterioren por este conflicto.

Insulza tendrá el recibimiento de un jefe de Estado. El ministro de Exteriores chileno llegaá hoy a Madrid y tendrá una apretada agenda de trabajo, que le llevará a entrevistarse con los representantes de las más altas instancias institucionales y políticas españolas.

Hoy será recibido por el presidente del Congreso, Federico Trillo, y a las siete de la tarde se entrevistará en la sede del PSOE en Ferraz con Joaquín Almunia y José Borrell.

A primera hora de la mañana del martes tiene previsto un desayuno con el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y presidente dela Internacional Democratacristiana, Javier Rupérez, quien aseguró a Servimedia que le transmitirá un mensaje de "tranquilidad" sobre la situación desatada por la petición de extradición de Pinochet.

El titular de Exteriores visitará también el Senado y mantendrá un encuentro con su presidente, José Ignacio Barrero. A las 12.30 horas se reunirá en el palacio de Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, con Abel Matutes y acabará su ronda de encuentros con una entrevista con el presidente del Gbierno, José María Aznar.

En estas entrevistas, el Gobierno español no hará mención alguna a las declaraciones de Insulza, en las que expresó dudas de que se hiciera un juicio justo a Pinochet en España.

El objetivo es reducir el perfil de la polémica y no entrar en materias que pudieran provocar el recrudecimiento del conflicto entre ambos países.

Desde la Oficina de Información Diplomática se apunta como un buen síntoma el regreso del embajador de Chile a Madrid, por lo que el trabajo de l diplomacia española irá primordialmente dirigido a preservar las relaciones comerciales, políticas y de amistad con Chile.