En declaraciones a Servimedia, Murillo indicó que las declaraciones realizadas ayer por uno de los médicos que examinaron al ex dictador, en las que indicaba que su recuperación no es imposible, "refuerza la solicitud ue hacen las partes en España de que realice un nuevo exámen", y demuestra que "existen serias dudas sobre la percepción de que Pinochet no está en condiciones de ser juzgado, puesto que no hubo pronunciamiento (de los médicos) sobre estos puntos".

El abogado indicó que lo único que impediría al ex dictador responder ante los tribunales sería "una locura irreversible, situación que creo que no se da, cuando hace poco estaba contestando a una entrevista de cinco horas, y aún ahora tiene la lucidez sufiiente para decir que su examen médico no se haga público. Sabe perfectamente lo que le conviene y lo que quiere".

"Nuestros esfuerzos seguirán teniendo el objetivo de que se haga justicia, y que se esclarezca totalmente la situación anímica de Pinochet, si puede asistir al juicio o si tiene un trastorno mental que se lo impida", resaltó.

Asimismo, subrayó que no permitir a las partes del proceso analizar estos informes vulnera el artículo 9 de la Convención Internacional contra la Tortura, por loque instó al Gobierno a trasladar a las autoridades británicas las alegaciones del juez Garzón para estudiar y repetir las revisiones médicas.

En este sentido, indicó que el Gobierno debería "actuar en la dirección de la Justicia. Si actúa en dirección contraria a la Justicia, obturar el paso de la Justicia, sería una decisión muy grave que el pueblo español no le perdonaría nunca al Ejecutivo".

Respecto a la posibilidad de que el ex dictador sea juzgado en su país, indicó que "cuando dicen que vn a juzgar a Pinochet en Chile es que no creen en el informe médico. Si no es apto para ser juzgado ahora, no podrían juzgarlo tampoco en Chile, lo cual demuestra que nadie cree en el informe médico, y ese es un problema que tendrá que resolver el Gobierno inglés".