Pimentel reiteró que el Gobierno todavía no ha optado por una fórmula de tramitaciónlegal de la reforma. Aclaró que, si el Gobierno lo aprueba por decreto, será como paso previo para su aprobación como proyecto de ley, a fin de que pueda ser debatido por los grupos políticos en el Congreso.

Con la entrada en vigor de la reforma, el ministerio de Trabajo se fija como prioridades para el segundo semestre de 1997 la formación profesional y la creación del nuevo Servicio Público de Empleo, que sustituirá en nombre y en concepto, al actual Inem. A partir de 1998, el ministerio negociará cn las comunidades autónomas el traspaso de las políticas activas de empleo (que no incluyen el pago de prestaciones).

Pimentel acusó al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de haber convertido a su gobierno en un comité electoral permanente en favor de los intereses del PSOE, en lugar de defender los intereses generales de los andaluces.

A su juicio, la estrategia de ataque de la Junta al presidente Aznar y al ministro de Trabajo, que es también presidente del PP andaluz, obedece slo a su necesidad de justificar su incapacidad para gobernar. "Esa estrategia es legítima cuando se hace en un partido, pero es menos legítima cuando se hace desde el gobierno", dijo.