La vista se celebró hoy en la Audiencia Provincial de La Coruña, y el defensor del acusado pidió la absolución de César Reboredo, alegando enajenación mental. El acusado está actualmente ingresado en un centro psiquiátrico.

Los hechos juzgados hoy ocurrieron en julio del año 1992. César Reboredo aguardó una noche a que Cristina Insua y Fernando Bescansa regresaran a la caso propiedad de la víctima. Entró desde el patio interior y por la ventana del baño en la casa y io siete puñaladas a Cristina Insua, que murió. Fernando Bescansa pudo huir, después de haber recibido tres cuchilladas.

Tanto el fiscal como las acusaciones particulares encabezadas por el propio Bescansa y los padres de Cristina Insua reclamaron una pena de 49 años de prisión por un delito de asesinato consumado y otro de asesinato frustrado.

El fiscal también reclamó el pago de una indemnización de 20 millones a los padres de la víctima y otra de 6 millones para Fernando Bescansa.

El acusdo se limitó a argumentar, en palabras entrecortadas, que la víctima era su novia. Fernando Bescanso afirmó que el acusado conocía a Cristina desde que eran niños y que la vigilaba y acosaba.