En la vista oral, que se celebró a puerta cerrada, el abogado de la defensa intentó demostrar la inimputabilidad penal de su patrocinado debido a su bajo coeficiente intelectual, entorno primitivo, su escaso nivel cultural y transtorno orgánico de la personalidad como consecuencia de un golpe sufrido en la cabeza hace siete años.

Según el perito presentado por la defensa, el golp sufrido, que le condujo a un estado de coma durante 15 días, provocó en el joven "un llamativo cambio de personalidad", lo que se traduce en una pérdida del control de sus impulsos, conductas reflexivas y desviación de la conducta sexual.

Sin embargo, los peritos judiciales señalaron que el procesado, que en estos momentos se encuentra en prisión preventiva, mantiene la consciencia de sus actos, aunque actúa impulsivamente, es decir, primero actúa y después piensa, lo que no le impide analizar las cosecuencias de sus actos.

La hermana del acusado y madre de la menor agredida declaró a la sala cómo la pequeña le contó que el acusado había abusado de ella, si bien reconoció que el carácter de su hermano había cambiado a raíz del golpe sufrido en la cabeza.

La defensa del joven solicitó la absolución de su cliente y su internamiento en un centro para ser tratado de los daños sufridos tras el grave accidente.