EL PIB CRECERA SOLO UN 2,3 POR CIEN Y EL PARO AUMENTARA EN 1992, SEGUN LA FIES

MADRID
SERVIMEDIA

El PIB crecerá este año un 2,3 por ciento y la generación de nuevos puestos de trabajo será nula, por lo que tasa de paro se elevará del 15,9 al 16,4 por ciento de la población activa, segúnlas últimas previsiones de la Fundación Fondo para la Investigación Económica y Social (FIES), difundidas en su revista "Cuadernos de Información Económica".

La FIES opina que el crecimiento del 3,1 por ciento estimado por el Gobierno se basa en una previsión excesivamente optimista en lo que se refiere a la inversión, para la que los expertos del Ministerio de Economía esperan un incremento del 4 por cien.

Para la FIES, la inversión sólo aumentará un 1 por ciento, "dada la previsión de crecimieno cero en el sector de la construcción y el bajo dinamismo que puede esperarse de la inversión en bienes de equipo".

La principal consecuencia social será la imposibilidad de crear los 200.000 nuevos puestos de trabajo que, según el Gobierno, podrían generarse en 1992 si los salarios no creciesen por encima del 6 por cien.

La FIES también considera excesivamente optimistas las previsiones del Gobierno en materia de déficit público, inflación y crecimiento los costes laborales unitarios. A su juico, el déficit no será del 3,1 sino del 4 por ciento del PIB y el coste laboral aumentará un 4,6 y no un 4,3 por cien.

También se muestran menos optimistas que el Gobierno cuatro expertos consultados por la FIES, Juan José Toribio, Luis Angel Lerena, Julio Alcaide y Federico Prades, quienes coinciden en criticar el incremento del gasto público y en prever un crecimiento nulo o negativo del empleo.

Federico Prades, asesor económico de la Asociación Española de Banca Privada (AEB), augura un creciminto del PIB "en el entorno del 2,5 por ciento" y un aunento en la cifra de desempleados.

A su juicio, "la erosión de la rentabilidad y de la competitividad que se ha venido registrando a lo largo de los últimos años impedirá un relanzamiento significativo de los dos segmentos sobre los que debería apoyarse una recuperación estable: la inversión y las exportaciones".

Para Julio Alcaide, España no tiene claramente definida su posición en la división internacional del trabajo, ya que "nuestras ventaas relativas en términos de costes de producción tienen a agotarse", y al mismo tiempo falta "investigación y tecnología para competir en sectores avanzados".

Luis Angel Lerena afirma que "la incidencia del sector público tensionará al alza la inflación y dificultará la reducción de los tipos de interés, en contra de lo deseable para la política de convergencia".

Finalmente, Juan José Toribio opina que las perspectivas de la economía española a medio plazo "son más favorables que en cualquier otr otro periodo de la historia reciente", pero 1992 será "un año perdido en cuanto al proceso de convergencia de nuestra economía".

(SERVIMEDIA)
07 Feb 1992
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