La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue de 3,6 puntos, cuatro décimas inferior a la del primer trimestre, mientras que la demanda externa aportó 2,6 puntos, tres décimas más que la del trimestre pasado.

El gasto en consumo final se incrementó un 1,9% respecto al año pasado y un 2,1% respecto al primer trimestre de este año, cuando anotó una caída.

El gasto en consumo final de los hogares experimentó un crecimiento del 3,2% respecto al primer trimestre, cuando también fue negativo. En comparación con hace un año, este gasto creció un 3,2%.

El gasto en consumo final de las administraciones públicas se desaceleró un punto al presentar una variación negativa del 1,4% y del 0,5% en comparativa intertrimestral.

La formación bruta de capital -activos adquiridos o producidos- registró un crecimiento del 10%, que comparado con el primer trimestre fue del 2,2%.

La inversión en activos fijos materiales creció en tasa interanual un 9,8% y en intertrimestral un 3,4%. Por componentes, la inversión en viviendas y otros edificios y construcciones aumentó un 7,8% en el segundo trimestre respecto al primero y un 7% en variación interanual.

El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, creció un 0,4% frente al periodo de enero a marzo de este año. Esta tasa de avance es de menor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (con una caída del 0,4%, lo que supone nueve décimas menos que en el primer trimestre) debido al aumento que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (0,8%).

Los puestos equivalentes a tiempo completo crecieron un 4,9%, cuatro décimas menos que en el primer trimestre, lo que supone un incremento de 867.000 empleos a tiempo completo en un año.

La remuneración de los asalariados repuntó un 8,7% en comparación con el segundo trimestre de 2021.