Esta decisión, según Citroën, se encuadra en la estrategia definida a primeros de año por el presidentedel Grupo PSA, Jean Martín Folz, durante su visita a España, en el sentido de que cada centro de producción pueda fabricar indistintamente vehículos de las dos marcas que aglutina, Citroën y Peugeot.

Además, la firma ha informado que la saturación de capacidad productiva que tiene en la factoría de Vigo requerirá en los próximos meses un incremento del horario de trabajo del tercer turno, elevándose en algunos talleres hasta las 35,5 horas semanales.

A esta situación se suma la pretensión del gruo automovilístico de lanzar, en exclusiva desde Vigo, a finales de 1999 un nuevo modelo al que se han destinado unas inversiones de 25.000 millones de pesetas.