Los sacrificios corresponden a los cinco focos confirmados hasta ahora, en las localidades leridanas de Soses, Villanueva de La Aguda, Golmés (dos granjas diferentes) y Mollerussa. Está pendiente de confirmación un sexto caso en Les Penelles. Las medidas sanitarias obligan a matar a todos los cerdos de las explotaciones afectadas y de aquellas que se encuentren en un kilómetro a la redonda.

Además, se estblece un perímetro de protección de 3 kilómetros desde el foco y una zona de inmovilización de animales y vigilancia en un área de 10 kilómetros a partir de las granjas donde se han registrado casos de peste porcina.

En torno a Soses, donde se declaró el primer brote, hay inmovilizados 198.000 animales; en Golmés, con dos explotaciones infectadas, tiene un total de 227.000 cabezas inmovilizadas; y en Villanueva de La Aguda, 87.201 cerdos.

La explotación de Golmés, donde ha surgido el segundo foco contaba con 1.300 animales y la de Mollerussa con 1.685, que han sido ya sacrificados.

Por otro lado, los Mossos d'Esquadra están investigando si ha habido importación irregular de cerdos en Cataluña, así como las circunstancias que han rodeado la demora de dos semanas en dar la alarma por parte del veterinario de la granja de Soses.