Durante el pasado fin de semana, estos barcos recalaron en el puerto de Almería, debido al temporal que azotaba la zona. Esta circunstancia fue aprovechada para el descanso de las tripulaciones, rpostar combustible y cargar alimentos.

Desde julio y hasta finales de septiembre los barcos vascos pescaron el bonito en aguas del Cantábrico, descendiendo a principios de octubre a las proximidades de la isla Alborán, donde esperan encontrar bancos de bonito. "Si no es así, tendríamos que seguir hasta Barcelona", comentó uno de los pescadores.

La campaña de pesca del bonito continuará hasta finales de noviembre, cuando los buques regresarán a sus bases, situadas en los puertos vizcaínos de Berme, Ondárroa y Lequeitio, así como en el guipuzcoano de Orio.

A última hora de la tarde de ayer los barcos se hicieron a la mar después de que las inclemencias meteorológicas, sobre todo un fuerte viento de Levante, les obligara a permanecer amarrados en el puerto durante unos días.

Las fuentes consultadas consideraron que la pesca es más rentable en el norte, porque hay más abundancia y variedad de pescado, "pero cuando no hay pescadilla nos venimos aquí".

La principal actividad de estos barcs se centra en la pesca del verdel durante los meses de marzo y abril, la anchoa en mayo y junio y el atún y el bonito de julio a noviembre.